En nuestro post anterior, partiendo de la premisa de que es imposible no comunicar, hablamos de la importancia del plan estratégico de comunicación en las organizaciones.
Decíamos entonces que “la planificación es un proceso de toma de decisiones para alcanzar un futuro deseado, teniendo en cuenta la situación actual y los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos”. Pero lejos de ser sencilla, esta tarea es compleja, continua y permanente, dado que se desarrolla en un escenario que cambia constantemente.
En este sentido, hoy vamos a profundizar en el proceso de planeación y los pasos o fases del plan estratégico de comunicación que deberemos respetar para poder lograr una comunicación efectiva.
1) Abordaje institucional
La primer fase del planeamiento estratégico tiene como objetivo recopilar toda la información relativa al estado de situación de la organización. A través de técnicas cuantitativas y cualitativas se investigan aspectos de la identidad de la organización (misión, visión, valores, objetivos generales, estructuras internas, etc.), como así también los vínculos organizacionales (públicos internos y externos con quienes la organización mantiene relaciones de interés mutuo).
El resultado de esta instancia arrojará una suerte de “fotografía” sobre el estado actual de la organización, teniendo siempre a la comunicación como eje de investigación.
2) Planeamiento
La definición de los cursos de acción más apropiados para pasar de la situación inicial a la situación deseada se produce en la fase de planeamiento. Aquí se identifican las variables de comunicación que están implicadas en el proceso de planificación.
Por ejemplo, si estuviésemos trabajando en la expansión comercial de una empresa a través de la apertura de sucursales o franquicias, en esta instancia deberíamos establecer si necesitamos desarrollar una nueva identidad visual, trabajar en la consolidación de un sistema de creencias, implementar nuevos canales de comunicación, etc.
3) Plan Estratégico de Comunicación
Para cerrar el plan estratégico de comunicación, debemos trabajar en el desarrollo del Plan Global de Comunicación propiamente dicho. Este plan deberá contemplar los objetivos generales y específicos (teniendo en cuenta el fin al que se orientan y los públicos o destinatarios), que definirán los proyectos de trabajo orientados a cada uno de estos objetivos. A su vez, cada proyecto incluirá las acciones de comunicación más apropiadas para alcanzar los objetivos.
Por último, resulta necesario establecer los mecanismos de control que permitan monitorear el comportamiento de las variables que intervienen en el Plan Global de Comunicación, como así también los mecanismos de evaluación que faciliten la medición del cumplimiento de los objetivos propuestos inicialmente. De esta manera, retroalimentamos el proceso de planificación estratégica que, como dijimos al comienzo del artículo, es continuo y permanente.
