Hace un par de semanas hablamos de por qué es recomendable que tu marca tenga un blog y te dimos algunas pautas para empezar a generar contenido de calidad (si aún no lo viste, te sugerimos leer primero el artículo 5 consejos para generar contenido para tu blog).
Hoy, vamos a centrarnos estrictamente en la forma de escribir para el blog, un estilo de redacción que estamos acostumbrados a consumir, pero no tanto a producir.
¿Cómo escribir mejores publicaciones?
1) Hablale al lector
Antes de empezar a escribir es recomendable que definas algunas cuestiones, como por ejemplo, si vas a usar un lenguaje formal o informal, si vas a hablar en singular o plural o si vas a tutear o no. Esto te ayudará a mantener un mismo estilo de escritura, no sólo dentro de un artículo, si no a lo largo de todas las publicaciones que hagas.
2) Crea títulos atrapantes
Que un lector haga click en tu nota para leerla, dependerá en gran medida de la atención que logres captar a través del título. Procurá que no sea demasiado extenso (entre 55 y 65 caracteres es lo ideal para que el título completo de una nota aparezca en los buscadores), ni demasiado rebuscado (el lector tiene que entender a través del título de qué trata exactamente el artículo).
Hay formatos de títulos que en el formato blog funcionan mejor, como las preguntas o las enumeraciones (“¿Qué hacer para…?”, “5 tips para…”, “7 consejos para…”, “Paso a paso: cómo crear…” etc.). Pero ojo, no abuses de este recurso, tratá de que los títulos vayan variando a lo largo del tiempo para no cansar a la audiencia.
3) Agregá una bajada o extracto
Es el famoso “copete” heredado de la redacción periodística. En los diarios y revistas aparece debajo del título y sirve para adelantar de qué va a tratar la nota. En un blog, este recurso también es válido y es muy útil cuando queremos compartir el posteo en redes sociales y mostrar algo más que el título.
Te recomendamos que escribas el extracto una vez terminado el artículo, para que puedas resumir en una o dos líneas de qué trata. Cuando se relee el posteo, suelen surgir algunos disparadores para escribir el extracto.
Además, es muy importante que no seas redundante con las palabras. Tratá de no repetir términos que ya hayas utilizado en el título o en el primer párrafo del cuerpo. Siempre que puedas, buscá sinónimos.
4) Armá párrafos y oraciones cortas.
Ésta es la principal diferencia entre la redacción “tradicional” y la escritura para web. En Internet todo es ágil, visible y de fácil acceso. Hay cada vez más información dando vueltas en la nube y los usuarios tienen poco tiempo para procesarla. Por eso, una vez que captas su atención con el título y el extracto, tenés que desarrollar un artículo conciso y sin demasiadas vueltas.
En otras palabras, hay que generar el suspenso suficiente para que el lector quiera continuar con la lectura, pero no abusar de ello para que no sienta que está perdiendo el tiempo. Por eso, trabajá con:
- Párrafos concretos: en cada párrafo de 3/4 oraciones se debe procurar transmitir una idea.
- Oraciones breves: deben tener una extensión de no más de 18/20 palabras.
- Lenguaje simple: hay que evitar los términos rebuscados y palabras técnicas o académicas.
5) Definí palabras clave
En web, las “keywords” o palabras clave son esenciales para que nuestro blog esté bien posicionado en los buscadores. Cuando una empresa tiene determinado su buyer persona, las palabras clave se estudian a través de herramientas concretas (ya veremos algunas de ellas en un próximo posteo).
Sin embargo, hay ciertas palabras que por deducción deberías introducir varias veces a lo largo del texto y tienen que ver con tu marca, empresa, nicho y producto/servicio. Además, cada artículo tendrá su propia palabra o concepto clave, que es el eje temático del mismo. Estos conceptos deberán repetirse a lo largo del texto, extracto y título. A veces puede sonar reiterativo, pero ayuda a posicionar en el buscador.
Pongamos como ejemplo este artículo que estás leyendo. A grandes rasgos, las palabras clave podrían ser: blog, web, artículo, sitio web, empresa, marca, redacción, contenido, comunicación, marketing, marketing de contenidos, marketing digital, etc. Pero ¡cuidado! Hay que ser reiterativo solo con las palabras necesarias, evitá caer en la redundancia de términos innecesarios.
6) Colocá hipervínculos
Los hipervínculos también son fundamentales para mejorar el posicionamiento de tu blog o sitio web. Es recomendable vincular un artículo con otras notas relacionadas y con otras secciones del sitio, para generar tráfico interno. Por ejemplo, si el post trata un tema que coincide con un servicio o producto de tu empresa, se puede hacer referencia a eso e hipervincularlo.
Por otra parte, es recomendable que incluyas hipervínculos externos, como sitios web de terceros que estén bien posicionados o las cuentas de redes sociales de tu empresa.
7) Cerrá con un “llamado a la acción”
Este es el gancho final que te ayudará a darle ese último empujoncito al lector para convertirlo de prospecto a cliente. Muchas veces, además de informar al lector, los blogs tienen como propósito ofrecer productos/servicios. Es por esto que, para el marketing de contenidos, una buena estrategia es cerrar las notas con una conclusión en donde se ofrezca un producto o servicio de la marca o bien asesoramiento sobre nuestro tema de expertise.
Bonus track: Revisá el texto antes de publicarlo.
Siempre pero siempre, relee tu artículo antes de publicarlo, incluso más de una vez. Por más fácil que te resulte la redacción, siempre hay correcciones para hacer, fragmentos para quitar e ideas nuevas para sumar. ¡No te apures, los artículos de blog también tienen sus propios tiempos!